viernes, 2 de enero de 2009

Navidad

Ya habíamos pactado que pasaríamos navidad en lo de mis abuelos con todos mis tíos y primos. Papá llegó después de semanas de ausencia con mucho humor, tal vez soporto menos cuando esta de tan buen humor que cuando se queda mudo y meditabundo, al parecer la crisis es un gran negocio y eso le ha levantado el ánimo. Me trajo miles de boludeces como para recordarme que sigue siendo un padre amoroso que se acuerda de mí siempre, es la materialización de sus llamados cada tres días, porque eso tengo que reconocerle, es metódico hasta para hablar conmigo cuando está afuera.
La cena de noche buena es una tradición familiar, hay que estar en lo de mis abuelos antes de la diez para no generar malestar, porque si no te pasan factura.
Estaban todos, la mesa era un calco del año anterior lo mismo que el aburrimiento. Mi primo Marcos estaba tomado desde el principio, tal vez sea la única manera de soportar a tan digna familia, de hecho estaba denso como nunca, hacía comentarios molestos y maliciosos y mis tíos se sacaban, le llamaban la atención por lo bajo y mi abuela como toda una matriarca ponía sus caras de circunstancias y amenizaba con alguna que otra noticia social irrelevante que a nadie le importaba.
La cena se hizo interminable sobre todo por el estado patético de mi primo que además se la pasó enviando y recibiendo mensajes de la “novia”, cosa que sacó aun más a mis tíos y se valió un comentario de la abuela que nos recordó a todos que usar el teléfono en la mesa era de mal gusto. Con cierto disimulo leí los mensajes que me iban llegando y para responderlos me iba al baño de tanto en tanto. En mi segunda escapada al baño mi primo se levantó conmigo, se metió al baño y sacó un porro como para entonarse un poco más aun. Y por más que no soy un beato me pareció de mal gusto y solo para armar quilombo fumar un faso en lo de mis abuelos, cosa que le costó entender bastante a mi primo que se ponía más denso todavía con comentarios pesados e insistentes. Por eso le prometí subir después a ver los fuegos artificiales a la terraza y ahí aprovechar para fumar y con esa promesa lo contuve por un rato aunque también fue sospechoso que los dos estuviéramos encerrados en el baño, otro de mis primos de doce, Tomi, estaba en la puerta y se olfateo algo, trata de seguirnos a todos lados, está en plena edad del pavo y temía que no nos lo pudiéramos sacar de encima. A todo esto se sumó la mirada de mi tía, que se asomó por el hall con una mirada de culo más que inquisidora cuando nos vio salir juntos del baño. Lo único que me falta es que se piense que me pasa algo con el boludo de mi primo.
A eso de las doce menos cuarto dijimos que íbamos a ver los fuegos artificiales pero lo tuvimos que postergar, ya que otra de las tradiciones familiares es el brindis junto con las palabras de mi abuela que hace un versión más distinguida pero versión al fin de pastor evangelista de la tele, no sin acotar lo que escuchó decir al cura en la misa de gallo, junto con todos los deseos para cada uno de los que componemos esta familia de locos.
Luego llegaron los regalos, los cumplidos, los besos sin cariño y con máscaras de sentimiento que son densos y profundos. Nadie parece querer realmente a nadie y sin embargo nos llamamos familia, mostramos al mundo que la gran familia B es distinguida, buena, generosa, llena de deseos de amor y paz, como debe ser en la navidad. Una postal moderna de varias generaciones que tiene que cumplir con el rito de juntarse a celebrar y darse regalos.
Mi abuela acostumbra también hacernos a Marcos y a mí los mismos regalos desde que éramos chicos, ella es también la que reparte los regalos del árbol y a mí solo me basta con ver el regalo de Marcos para saber que me toca en suerte cada año. Este año el papá Noel de abuela solo nos trajo una remera, mejor dicho dos, idénticas, la única diferencia es el color, Marcos azul y yo negra (¿seré la oveja negra?), así que cuando las vimos nos pusimos las remeras para que no quedaran dudas que éramos nietos de nuestra abuela y fuimos a cumplir la promesa en de la terraza.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah...!!! x suerte mi flia es chica... hay un solo abuelo... un solo tio q es solteron... y paramos de contar...!!! al menos por nuestra parte... xq de las otras partes... las familias de mis hermanastras mas grande y mas chica... son mas numerosas pero tmb mas densas... jeeee...

Al final es como dice mi abuelo... de la familia y del sol cuanto mas lejos mejor...!!! jaaaaaaa... chauuuuuu...!!!

Seu dijo...

Eyyy por fin volviste a postear algo!!!
La verdad es que si hay veces que de la familia cuanto mas lejos mejor.
Pero de todos modos sigue siendo la familia y algo os une, se quiera o no. . .

Un saludo!

Leo dijo...

Bienvenido al nuevo año F. Espero que pese a todo disfrutaras de las fiestas tanto como yo lo hice, con sus momentos agridulces como siempre. En cuanto a la familia, creo que a cierta edad demasiado contacto resulta dañino. Desde que me fui de casa, con la excusa del estudio, no he vuelto a estar más de mes y medio con la mía. Los quiero mucho, pero tengo mis límites de órdenes, broncas, interrogatorios sobre mi vida amorosa... ya sabrás. Pero eso sí, si supiera que no estarán allí a mi vuelta, no tendría valor de viajar más, no tendría rumbo mi vida. Feliz año.

Charlieindio dijo...

Q suerte q volviste a postear, te cuento q estoy de vacaciones fuera, regresando el 20 de este mes maso, así q ahi SI POSTEAS, jajaja, te volvere a leer y escribire mis comentarios, por lo tanto mientras cuidate, dale.-
Un abrazzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzo
Argentina

Alan Afuera dijo...

LAs familias son asi, que vas a hacer?

Besos sin cariño, primos necesitados de "volarse" de ahi y otras cosas mas..

Asi son las familias y mejor aprender a convivir con ellas.

Abrazo

Alan Afuera